A pesar de los augurios que la daban por extinta, lo cierto es que la oficina ha sabido reinventarse para ser más útil que nunca. La interacción humana y la colaboración, que son la razón de ser de los espacios de trabajo, son igual de importantes en el presente que en el pasado; y quizás lo sean todavía más en el futuro.
Las oficinas del futuro son aquellas que se adaptan a las nuevas necesidades, como la integración del trabajo online y offline o el desarrollo de la colaboración y la creatividad; pero hay más características que debes conocer, algunas de las cuales ya se dejan ver en las tendencias actuales.
¿Quieres saber más sobre la oficina del futuro? Aunque nadie tiene una bola de cristal, algunos expertos se arriesgan a imaginar cómo será.
1. Diseño adaptado a una economía circular
Según señala Nicola Gillen en su libro ‘Future Office: Next-generation workplace design’ la economía se está transformando de una economía lineal a una circular. Así, se ha pasado de un modelo que se basaba en extraer recursos, manufacturarlos y, una vez usados, deshacerse de ellos, a un modelo diferente, basado en la regeneración. Esto no solo se puede ver en los productos, sino también en los edificios: la renovación va ganando terreno a la demolición o al cambio de edificio.
Las oficinas del futuro también responderán a este modelo circular, que es más sostenible y más importante que nunca en un contexto de cambio climático. Para evitar demoliciones y mudanzas, se apostará por la arquitectura modular, que permite reestructurar los espacios con menos esfuerzo para adaptarlos a las necesidades cambiantes de las empresas.
Tal y como recoge The Washington Post, IBM ya ha implantado el sistema modular en su oficina en Toronto, que puede ser reconfigurada según vaya a ser usada cada día. Para ello, cuenta con paneles movibles, muebles ligeros que se pueden desplazar y transformar y sensores que reconocen cómo se están utilizando los espacios, con el objetivo de evitar la masificación en algunos espacios y pasillos.
Por otro lado, es probable que en el futuro se apueste por separar y reusar los materiales que ya no se necesitan y que se continúe el camino de la eficiencia energética, con edificios de oficinas generando su propia electricidad y optimizando su consumo.
Estas características del futuro ya comienzan a verse en el mundo actual. Un ejemplo son las oficinas flexibles que, de modo similar a la arquitectura modular, facilitan la redistribución o rediseño de los espacios de trabajo cuando las empresas necesitan transformarse.
Además, cada vez más edificios de oficinas están pensados para ser más sostenibles y eficientes, como los centros de flex-office Plaza de Castilla First, Fira First y Larios First, que cuentan con un certificado BREEAM que acredita que la estructura del edificio ayuda a mitigar las emisiones de carbono a la atmósfera.
2. Oficinas adaptadas al work on the move
Si hay algo que ya estamos observando es que el trabajo de oficina se realiza, cada vez más, desde ubicaciones y dispositivos diferentes. El trabajo en la nube es un hecho, y esto hace que haya más posibilidades que nunca, ya que la disposición de los equipos informáticos ya no marca la distribución de la oficina.
Para un trabajo más ágil y que facilite la colaboración, es necesario proporcionar equipos de trabajo más autónomos, que permitan trabajar desde diferentes ubicaciones, facilitar el acceso a la información para todas las personas que trabajan en un mismo proyecto y, sobre todo, facilitar el intercambio de información online-offline.
En la actualidad ya hay muchas herramientas con tecnología que facilitan la integración del mundo online y offline, como las pizarras digitales, y se especula con las posibilidades del Metaverso. Y quién sabe la tecnología que está por llegar.
3. Personalización de los espacios
Hoy en día, las empresas más punteras ya tienen muy presente la necesidad de crear diferentes espacios dentro de las oficinas: algunos más orientados al trabajo personal y a fomentar la concentración, otros más pensados para la colaboración y la creatividad y otros para la relajación o incluso para la charla informal entre el equipo.
En el futuro, es posible que la tecnología permita ir un paso más allá para que la oficina responda en tiempo real al ambiente que existe en cada momento. Según Nicola Gillen, los sensores de luz o ruido y los sistemas inteligentes podrán valorar las dinámicas que están ocurriendo en la oficina y adaptarse para crear una burbuja acústica, modificar las luces, bajar o subir la temperatura o incluso aprender y responder a preferencias individuales.
4. Oficinas para el bienestar
Una tendencia que ya ha comenzado, y que probablemente se reforzará en el futuro, es la de considerar a los equipos de trabajo como clientes de la oficina o de los espacios de trabajo. Es decir, que la oficina debe servir a los intereses de los equipos (los clientes), más que a los de los empleadores.
¿Pero cómo hacerlo? Ryan Anderson, vicepresidente de Global Research and Insights de MillerKnoll, apuesta en este artículo por hacer que las empresas se parezcan más a un restaurante, y lo explica de la siguiente manera: Las personas pueden trabajar desde su casa, pero también pueden cocinar en su casa, y aún así siguen yendo a restaurantes. Los restaurantes nos ofrecen la ventaja de no cocinar por nosotros mismos, al mismo tiempo que nos dan oportunidad de ir y conectar con otras personas. Incluso las personas más avezadas en la cocina valoran la experiencia de comer en un restaurante.
Pero, para que un restaurante tenga éxito, debe tener en cuenta quiénes son sus clientes, qué tipo de experiencias buscan y cómo ofrecerlas. Del mismo modo, una empresa debe conocer a sus clientes (sus equipos de trabajo) para ofrecer lo que buscan: espacios más tranquilos y luminosos, salas de juegos, espacios de relax, corners de restauración, espacios para trabajar en exteriores, etc.
Cada empresa puede tener una receta diferente, pero lo importante es llegar a construir una oficina en la que los equipos noten que están más cómodos y son más productivos y felices. Es decir, conseguir que la oficina sea una herramienta que pueden usar los equipos para hacer su día a día más fácil.
En definitiva, aunque la tecnología juega un papel importante, los expertos no se imaginan las oficinas del futuro llenas de tecnología o robots, sino que el futuro está en una oficina más humana, que ofrezca bienestar y fomente la colaboración entre equipos de una forma más orgánica. Y tú, ¿qué piensas de la oficina del futuro?
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