La creación de una empresa implica aspectos que van mucho más allá de tener claro el modelo de negocio. En este sentido, la gestión económica y financiera es una de las vertientes que más inseguridad despierta en aquellos que están empezando a emprender.
Una buena gestión económica empresarial guía a los emprendedores y gerentes en la toma de decisiones relacionadas con los clientes, los competidores o los proveedores de la empresa, así como en relación al funcionamiento interno de la misma.
Los ámbitos de la gestión económica empresarial
Esta disciplina está integrada por diferentes ámbitos de gestión. En primer lugar, es necesaria una planificación que sirva de hoja de ruta ante las entidades de crédito, que se anticipe a las necesidades de financiación del futuro y que establezca un protocolo de análisis para las posibles desviaciones. En el ámbito de la planificación, es esencial la elaboración de presupuestos, tanto presupuestos operativos (compras y producción, gastos variables, gastos fijos y gastos de personal) como un presupuesto de financiación y otro de inversiones.
Otra gran parte del peso de la gestión económica recae sobre el temido ‘papeleo’. De este modo, la organización y el registro de todos los documentos (contables, administrativos y de otro tipo) son esenciales para llevar un adecuado seguimiento de la realidad de la empresa. A este ámbito de organización de la información corresponden acciones como el control de la facturación y las materias primas, la elaboración de Estados Contables, las altas y bajas del personal, el control de las nóminas y un largo etcétera.
El tercer ámbito que compone la gestión económica de una empresa es la evaluación. Su finalidad es comparar lo planificado con la información recopilada (estados contables, facturación…) para evaluar la eficiencia de los recursos y establecer líneas de mejora.
A lo largo de estas tres fases, los emprendedores se irán topando con mil y un conceptos que quizás les generen algunas dudas. Algunos de ellos, son los siguientes.
Conceptos de gestión básicos para emprendedores
1) Activo
El activo representa, a grandes rasgos, lo que la empresa posee. El activo puede ser corriente (efectivo, materia prima, inversiones a corto plazo, deudores pendientes de pago…) o no corriente (inversiones inmobiliarias, inversiones a largo plazo, inmovilizado intangible…).
2) Pasivo
El pasivo, desde el punto de vista contable, representa las deudas y obligaciones con las que una empresa financia su actividad; y le sirve a esta para pagar su activo. También se conoce con el nombre de estructura financiera, capital financiero, origen de los recursos y fuente de financiación ajena.
Como el activo, el pasivo también puede ser corriente o no corriente. El pasivo no corriente lo conforman aquellas deudas cuyo vencimiento es superior un año. El pasivo corriente, por su parte, tiene un vencimiento inferior a un año.
3) Período medio de maduración
Es el promedio de tiempo que pasa desde que una empresa invierte una unidad monetaria hasta que lo recupera, tras la venta de los bienes de producción. Es un medidor del dinamismo de la actividad económica, siendo un tiempo medio de maduración corto indicador de una mayor eficiencia. Si el período medio de maduración es alto, la financiación inicial debe ser mayor.
4) Fondo de maniobra
En gestión financiera, se entiende como fondo de maniobra (también denominado capital de trabajo, capital circulante, capital corriente, fondo de rotación o ‘working capital’) a la parte del activo circulante que es financiada con recursos de carácter permanente. Es el capital disponible para llevar a cabo las operaciones diarias de una organización: normalmente el exceso de activos corrientes sobre pasivos corrientes.
La gestión del fondo de maniobra es la gestión de todos los aspectos del activo y el pasivo circulante, para minimizar el riesgo de insolvencia y maximizar el rendimiento de los activos.
5) Umbral de rentabilidad
En la contabilidad, el umbral de rentabilidad se refiere a los ingresos necesarios para cubrir el total de los gastos fijos y variables de una empresa durante un período de tiempo determinado. Los ingresos pueden expresarse en euros (u otras monedas), en unidades, horas de servicios prestados, etc.
El cálculo básico del umbral de rentabilidad en euros de las ventas de un año es: los gastos fijos (fabricación fija, gastos de venta y administrativos fijos, intereses fijos) del año divididos por el coeficiente o porcentaje del margen de contribución.
El cálculo básico del umbral de rentabilidad o punto de equilibrio en unidades vendidas para un año es: gastos fijos del año divididos por el margen de contribución por unidad de producto.
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