El auge de la tecnología y el desarrollo de internet han tenido un fuerte impacto en la base de la economía digital. Esto ha favorecido que cada vez más compañías rompan con el estilo tradicional de empresa en pro de soluciones mucho más flexibles y económicas.
Las empresas virtuales no tienen instalaciones físicas y operan completamente de forma virtual. Esto implica que no tienen locales comerciales y que tampoco tienen oficinas (en el sentido tradicional de la palabra): sus empleados trabajan en remoto desde diferentes ubicaciones.
Las empresas 100% virtuales no son algo nuevo, pero estos años se han consolidado como una de las mejores fórmulas para los autónomos o los emprendedores que quieren poner en marcha un proyecto.
¿Por qué apostar por una empresa virtual?
La principal ventaja de las empresas virtuales frente a las tradicionales es la reducción de los costes. Con una empresa virtual, la partida para el alquiler de los locales comerciales, las oficinas o el mantenimiento puede invertirse en mejorar otros aspectos del negocio. Esto hace que sea una de las fórmulas más utilizadas en tiempos de crisis.
Normalmente, es una fórmula muy útil para autónomos, emprendedores o micropymes. También es habitual el establecimiento de empresas virtuales para intentar introducirse en el mercado de nuevas regiones, minimizando el riesgo, o durante las primeras etapas de algunos negocios.
Dificultades en una empresa virtual (y cómo salvarlas)
1. El domicilio social
A la hora de poner en pie una empresa virtual suelen surgir varias dudas. La primera de ellas es qué hacer con la domiciliación de la empresa.
Toda empresa debe tener un domicilio social, un dato que es de dominio público. El domicilio social de una empresa es esencial para inscribir la sociedad en el Registro Mercantil y establece las normativas de tipo local, autonómico o estatal que le corresponden según su actividad. Normalmente, el domicilio social es la dirección de la sede en la que se realiza la mayor parte de su actividad, es decir, su centro de operaciones.
¿Qué pasa entonces con una empresa virtual? Hay dos opciones, o bien domiciliar la empresa en una dirección propiedad del fundador/propietario (algo que no siempre apetece, dado que será pública), o bien recurrir a la domiciliación en una ubicación diferente.
Si, además, se opta por una ubicación de prestigio, se puede conseguir dar la vuelta a la situación, ofreciendo una imagen más profesional a clientes, proveedores y a otras personas que interactúan de forma mercantil con la empresa.
2. Las llamadas y el correo postal
Otra de las dificultades que pueden surgir en una empresa virtual es la manera de gestionar las comunicaciones con los potenciales clientes o socios, cuando estas son por correo postal o por teléfono.
Para salvar esta dificultad, algunos proveedores de servicios facilitan la posibilidad de construir una oficina virtual con un número de teléfono exclusivo, ofreciendo también una atención personalizada de todas las llamadas y una gestión confidencial de la mensajería y la correspondencia relacionada con la actividad de la empresa.
De este modo, es posible domiciliar una empresa en una dirección física que funcione también como dirección postal, evitando así proporcionar la dirección personal. También se evita tener que estar pendiente todo el tiempo de las llamadas: los profesionales de la oficina virtual contestarán el teléfono de la empresa según los protocolos marcados.
3. Los encuentros cara a cara
¿Y si un cliente quiere una reunión presencial? Aunque la oficina virtual no exista físicamente, la dirección sí lo hace. Por eso te recomendamos recurrir a un servicio de oficina virtual que, como extra, te permita convocar una reunión en la dirección en la que está domiciliada la empresa mediante un sistema de reserva de salas. Así, te ahorrarás buscar otras ubicaciones, tener que dar otras direcciones y ofrecerás una imagen más profesional.
Dónde encontrar una oficina virtual
En First workplaces contamos con un servicio completo de oficina virtual en las mejores ubicaciones de Madrid, Barcelona y Málaga.
Nuestro servicio de oficina virtual incluye domiciliación, teléfono exclusivo, atención personalizada de llamadas, buzón de mensajes, mensajería y gestión confidencial de la correspondencia; pero también puedes hablar con nuestro equipo de profesionales, que escuchará tus necesidades y adaptará el servicio para ofrecer justo lo que tu empresa virtual necesita.
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