Flex office: la mejor opción tras el COVID-19

Desgraciadamente, el COVID-19 tendrá un impacto a largo plazo, no solo en el sistema sanitario, sino también en cómo serán las relaciones sociales -y, por tanto, las laborales- tras la pandemia. Aún cuando acabe la desescalada, y hasta que la ciencia desarrolle una vacuna o un tratamiento eficaz, tendremos que seguir manteniendo medidas de higiene y distanciamiento social. ¿Sabes que una flex office puede ayudarnos en este aspecto? Te lo contamos.

Por qué elegir un flex office tras el COVID-19

Durante este tiempo, la adaptación rápida en función de las necesidades que van surgiendo ha supuesto una ventaja destacada para las empresas, y las flex office son la modalidad de espacio de trabajo que mejor ha conseguido responder en este aspecto.

Una flex office es flexible por definición, y puede adaptarse rápidamente para ampliar o reducir su extensión. Esto ha facilitado la labor de adaptación de las empresas a la nueva casuística, en la que los trabajadores deben estar separados por una distancia de seguridad, que se recomienda que sea de 2 metros.

Las oficinas flexibles o flex office han conseguido que la reorganización del espacio no sea una pesadilla, facilitando ampliar el espacio para que la redistribución de muebles y espacios (de tránsito, reunión, descanso…) se adapte a la normativa y evitando que las empresas tengan que cambiar la ubicación de su oficina o recurrir a oficinas de contingencia, algo que ha sido un verdadero salvavidas para aquellas compañías que no han podido parar su actividad.

Para las empresas que están volviendo ahora a la actividad, o que se plantean hacerlo pronto, las flex office también son una opción de futuro. Durante la nueva normalidad de la que tanto se habla,  y que en el mejor de los casos se alcanzará en junio, se tendrán que seguir manteniendo las medidas higiénicas y de prevención, como la separación interpersonal de 2 metros.

En definitiva, las medidas de distanciamiento social en los espacios de trabajo han llegado para quedarse durante muchos meses, o quizás para siempre, por lo que contar con una oficina que pueda responder a estas necesidades de espacio (y después menguar, si se levantan las restricciones) es una ventaja competitiva.

 Otras opciones de espacios de trabajo tras el COVID-19

Si crees que una flex office no es la mejor opción para tu empresa, o no puedes cambiar la ubicación de tu oficina en este momento, hay otras opciones que puedes valorar, como recurrir a una oficina de contingencia o oficina auxiliar, fomentar el teletrabajo o habilitar espacios de trabajo telemático desde otros puestos, cercanos al domicilio (una solución muy útil para aquellos trabajadores que no cuentan en su hogar con el entorno ideal para trabajar desde allí, pero que quieren evitar hacer un largo desplazamiento para ir a su oficina habitual).

Sea cual sea tu caso, si necesitas un espacio de trabajo para adaptarte a la nueva situación, puedes ponerte en contacto con nosotros. En First workplaces tenemos la flexibilidad por bandera y trabajamos junto con las empresas para encontrar una solución personalizada que responda justamente a lo que estas y sus empleados necesitan.