El negocio inmobiliario, como tantos otros, está viviendo una transformación digital que parece imparable, como pone de manifiesto el crecimiento del sector ProTech (término que proviene de ‘Property Technology’).
Y es que, cuando una persona está buscando una nueva propiedad inmobiliaria, es muy probable que lo primero que haga sea buscar en internet, aunque solo sea para tomar el pulso a la oferta o a los precios del mercado.
Este, que era un comportamiento asentado entre particulares, también es cada vez más asumido por las empresas. A las compañías (es decir, a las personas que están detrás) también les gusta investigar en internet, comparar ofertas, precios y ver diferentes posibilidades cuando están buscando un espacio de trabajo o un activo inmobiliario.
Pero un negocio inmobiliario digital no solo se limita a tener una web que sirva de escaparate para los bienes ofertados. También se pueden poner en marcha otras herramientas virtuales, como herramientas de análisis técnicos o financieros en línea, creación de recorridos virtuales y herramientas de Big Data para captar tendencias o que permitan a los clientes encontrar justo lo que buscan cruzando datos.
Las ventajas de un negocio inmobiliario digital
- Mayor alcance. El negocio inmobiliario digital permite alcanzar una audiencia mayor y multiplicar los canales de venta y comunicación: redes sociales, web, apps, notificaciones push, etc.
- Internacionalización. La digitalización del modelo de negocio facilita hacerse con clientes internacionales.
- Automatización de procesos. Mediante software que permite hacer seguimiento de las tareas, envíos automatizados, programación de reuniones, actualización del inventario…
- Facilidades para la fidelización. Mediante estrategias omnicanal que echen mano de email marketing automatizado, redes sociales, seguimiento de interacciones…
- Evita desplazamientos. O, al menos, gran parte de ellos, gracias al contenido multimedia (fotos, vídeos, renders…) que permite acercar estancias a los clientes. La tecnología también permite mostrar bienes a un público potencialmente ilimitado sin inversión de tiempo.
- Posibilidad de ahorro en costes. Dado que se eliminan o reducen gastos fijos en renta de local y viajes. No obstante, un negocio inmobiliario digital innovador requiere inversión en tecnología, sobre todo si la empresa quiere destacar y diferenciarse del resto.
Las ventajas del negocio inmobiliario tradicional
- Tasaciones más ajustadas, ya que estas no solo dependen de datos objetivos que pueden ser analizados por los programas de tasación o el Big Data, sino que también requieren de un conocimiento en profundidad de la zona en la que se sitúa el inmueble.
- Proporciona más confianza a los clientes más tradicionales, sobre todo a la hora de cerrar las transacciones.
- Posibilidad de ofrecer un trato más humano que pueda ayudar a fidelizar clientes.
Entonces, ¿negocio inmobiliario digital o tradicional?
Las dos opciones son perfectamente válidas pero, ¿por qué no combinarlas? El modelo tradicional puede beneficiarse del modelo digital, permitiendo que el negocio inmobiliario amplíe su cartera de clientes fácilmente y sin demasiados gastos asociados.
Sea cuál sea tu modelo de negocio inmobiliario, si necesitas espacios de trabajo para tus clientes puedes contar con First Workplaces. Nuestros centros de negocios en Madrid, Barcelona y Málaga pueden dar cabida a oficinas corporativas a medida, personalizadas y con todo lo necesario para empezar a trabajar.
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